DOMINGO ROCIERO
El domingo rociero linense es una de los dias más esperados de toda la Velada y Fiestas. Siempre se celebra el primer domingo de feria, justo el dia despues de la Gran Cabalgata y el inicio de actividades en el recinto ferial. Resulta curioso que siendo una de las fiestas más recientes, dentro de lo que es la feria, sea uno de sus máximos exponentes.
El Comienzo
A finales de los años sesenta, la principal atracción que tenia la mañana del domingo de feria era el Paseo de Caballistas por la calle Real. Existia un jurado para la ocasión, que se situaba en la entrada del Círculo Mercantil. La habitual misa de todos los domingos fue cada vez más rociera, por el caracter festivo de la fecha y porque en esos tiempos se iba formando la que seria Hermandad del Rocio de La Línea.
Cuando terminaba la misa, la fiesta se trasladaba a la calle Real, que cada año tenía más gente y más ambiente. La iniciativa de la familia Villar de ofrecer una copita de vino a todo el que pasara, junto a los altavoces que Cañizares sacaba a la calle con discos de sevillanas y las ganas de pasarlo bien, hicieron que cada año esta fiesta fuese a más.
Más adelante el domingo rociero fue potenciado con la contratación de grupos rocieros que venian a actuar en tan señalado dia, carteles que anunciaban la fiesta o altavoces estrategicamente colocados para que el ambiente no decayera. Todo el mundo preparaba bebidas y comidas para celebrar un gran dia de convivencia entre amigos y familiares.
Incluso esta misma celebración fue copiada por localidades vecinas, que la siguen celebrando hoy en dia de forma similar.
Se celebra principalmente en las calles Real, Plaza Cruz Herrera, Plaza Fariñas, Plaza de la Iglesia y calles adyacentes. En la zona de la Plaza Cruz Herrera es donde se concentraba hace algunos años la gente más joven, hoy en día algo menos.
Existen alternativas de sobra para comer y beber in situ, aunque la mayoría prefiere llevarse las cosas de casa y son comunes las peñas de amigos que celebran el día juntos. En las barras y terrazas se toma el típico rebujito, o bien el tinto de verano o directamente los pelotazos. También hay quien prefiere disfrutar de un buen vino, acompañado de las excelentes tapas linenses.
Como todas las fiestas, el domingo rociero ha ido evolucionando cada año, y aunque se sigue celebrando conservando parte de la esencia original, ha cambiado hasta llegar a lo que hoy conocemos.
El Domingo Rociero es uno de los días más esperados del año, donde jóvenes y mayores disfrutan de una gran jornada de convivencia.
Al llegar la tarde el gentío se desplaza hasta el recinto ferial, donde continuará la fiesta en las casetas hasta altas horas de la madrugada.