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ToggleSerá del 5 al 9 de Junio de 2024
Si preguntamos al azar a un grupo de portuenses por su fiesta favorita, un gran número de ellos citarán sin vacilar a la Feria de Primavera. Desde que termina la Semana Santa la expectación se apodera de una ciudad que vive esta fiesta, dedicada a su producto más típico, como pocas en Andalucía. Muchos la viven con mucha pasión, esperando su llegada durante todo el año. En las últimas décadas la Feria se ha convertido en una de las grandes citas primaverales para toda la Bahía de Cádiz.
El ambiente feriante comienza a respirarse en la ciudad desde las semanas previas, cuando se empiezan a montar las casetas. En los últimos años muchos bares celebran la pre-Feria durante los fines de semana previos. En torno a un mes antes se celebra la presentación del cartel anunciador, entre cuyos autores destacan artistas de la talla de Juan Lara.
La Feria acoge el lunes anterior el Pregón de la Feria, un acto con mucha solera.
Durante cinco días y seis noches, podemos decir que El Puerto se traslada al recinto ferial de Las Banderas, que se convierte en una pequeña ciudad en continua algarabía.
El ambiente del recinto ferial contrasta con la tranquilidad que durante esos días registra el centro del municipio. La Feria comienza siempre un miércoles por la noche, jornada que se conoce como la Velada. Los fuegos artificiales se encargan de poner el broche de oro en la noche del lunes, que es fiesta local.
Los portuenses han convertido a su Feria en una de las más elegantes de la comunidad andaluza. Alrededor de un centenar de casetas pueblan las dos avenidas y las cuatro calles del recinto ferial de Las Banderas. Los farolillos y banderolas, por el día, y el alumbrado extraordinario, por la noche, engalanan y le dan a la Feria un colorido especial.
Portuenses, visitantes… Todos son bienvenidos a la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino 2024.
La Feria de El Puerto rezuma el carácter abierto y afable de los portuenses. A pesar de que es relativamente grande, goza de un marcado carácter familiar. Todo el mundo es bien recibido. La oferta de lugares para comer, beber y bailar es bastante amplia y variada. Prácticamente todas las personas pueden acomodar la Feria a sus gustos y vivirla a su manera.
Todas las personas tienen su sitio en la Feria de El Puerto. Los mayores cuentan con una casta especial para ellos, con actuaciones y precios populares. Los más pequeños tienen un día especial, el jueves, en el que las atracciones son más baratas. Durante todo el llamado Día del Niño en los Cacharritos el precio de las montañas y ponis es de dos euros. El resto de atracciones -tanto infantiles como de adultos- y espectáculos cerrados tendrán un precio económico. En las horas nocturnas los jóvenes suelen concentrarse en una zona específica del recinto ferial. Por último, hay que destacar que en los últimos años se han realizado grandes progresos para adaptar la Feria a las personas con movilidad reducida
Como su propio nombre indica, las casetas son una extensión de la casa de los feriantes en Las Banderas. En El Puerto no hay casetas privadas: el 100% de ellas están abiertas al público.
El recinto cuenta con aproximadamente un centenar de ellas. La mayoría de ellas están montadas por asociaciones de vecinos, peñas, partidos políticos, hermandades, grupos de amigos y entidades ciudadanas de todo tipo.
La más grande y la única construida con ladrillos es la Caseta Municipal, que es la del Ayuntamiento de El Puerto. Suele ser punto de encuentro para muchos portuenses que se citan en la Feria, así como escenario de actuaciones musicales y actividades. La ciudad o región a la que se le dedica la edición de la Feria también monta siempre una caseta.
La Concejalía de Fiestas organiza un concurso de adornos para las fachadas y el interior de las casetas con varios premios. Algunas se convierten en auténticas obras de arte.
Hasta 1916 tuvo lugar la anterior feria de ganado que se celebraba en la ciudad durante el mes de septiembre. La decadencia de esta cita mercantil la hizo desaparecer. Era una convocatoria mucho más comercial que festiva, que se remontaba al siglo XVIII y que ahondaba raíces en el Privilegio Real alfonsino de 1281.
El Rey Sabio concedió a Santa María del Puerto la celebración de dos ferias cada año y dos mercados a la semana. La velada con motivo de la festividad de la Patrona fue una eventual reminiscencia en las primeras décadas del siglo -no tenía continuidad-, de lo que fue la feria del ganado y que, en forma de verbena veraniega, imitaba en dimensión menor a las ferias de la Vendimia de Jerez.
El precedente más ambicioso en El Puerto de la feria contemporánea se encuentra en la Exaltación al Vino Fino que se celebró en la Victoria en
Septiembre de 1930, a instancias del entonces alcalde Eduardo Ruiz-Golluri.
Fue en el pleno municipal celebrado el 17 de Enero de 1945 cuando se creó la Feria de Primavera con la filosofía de la que ha llegado hasta este momento. Ignacio Osborne como alcalde, y Eduardo Ciria, Manuel Gago , Jose Merello y Pedro Salvatierra como tenientes de alcalde, acordaron esta instauración.
Con la reincorporación económica de la posguerra, en 1943 y 44 se reanudó la Feria de Ganado en el Coto de la Isleta (aunque Antonio González Morillo, ‘Guindate’, afirma que un año antes en 1942 el participó en la primera Feria de Ganado organizada por el entonces alcalde, Fernando Terry del Cuvillo). En 1945, el Palmar de la Victoria, frente al Tiro de Pichón, volvería a ser el escenario del mercado de ganado, como en las décadas anteriores.
La verbena nocturna pasaría al paseo de la Victoria, tal como ocurría en las fiestas veraniegas. El ayuntamiento había fijado la celebración para el final del mes de abril, a fin de beneficiar a ganaderos y agricultores y sumarse así al calendario tradicional de otras poblaciones.
En aquella primera edición fue del 22 al 26 de abril, dedicándose las tres últimas a la actividad comercial. La exposición ganadera también utilizó terrenos pertenecientes a la sociedad cementera Plus Ultra, y el serviciomunicipal de aguas de Cádiz colocó una tubería de suministro de abrevaderos. Al ganado, oficialmente se le sumaban los enganches, los jinetes, el vino y los entrañables farolillos verbeneros.
El 22 de abril de 1945 nacía modestamente la Feria de Primavera Portuense.
La apuesta, parternalista y populista funcionó desde el primer momento.
La Feria se encuentra, desde entonces, en lugar privilegiado entre las preferencias populares, salvando cómodamente vaivenes políticos y sociales de toda índole.
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